La vitamina E es considerada la vitamina anti-vejez, por su propiedad antioxidante. Protege las membranas celulares y tejidos del daño ocasionado por la oxidación. El estrés oxidativo es causado por una alta proporción de radicales libres, que pueden surgir, entre otras cosas, por influencias ambientales externas o radiación UV. Potencia los efectos antioxidantes de la vitamina C y mejora la biodisponibilidad de la vitamina A, ejerciendo un efecto protector sobre la piel.
Esta vitamina es beneficiosa para el sistema circulatorio y cardiovascular. Ayuda en la formación de glóbulos rojos y a la utilización de la vitamina K.
Contribuye en la mantención del sistema nervioso. Se utiliza en el tratamiento de algunas enfermedades degenerativas neuromusculares.